NADIA BEUGRÉ. L’homme rare

Una pieza que aborda de frente la cuestión de la asignación de género. Con cinco hombres desnudos contorneando sus caderas en el escenario, sabotea las categorías de masculino y femenino. Es también una pieza sobre nuestra mirada occidental, voyerista y erótica sobre estos cuerpos negros. De espaldas a nosotros, cinco hombres no blancos están completamente desnudos o envueltos en telas sencillas, algunos con tacones altos, balancean las caderas y giran la pelvis formando un efecto ondulado, movimientos que no solo se limitan a las mujeres. No hay forma de escapar de la postura del voyeur, este heredero directo de la mirada dominante, que cosifica, erotiza y coloniza los cuerpos, especialmente los negros.