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Dedicado a Max Reger, el Prólogo sinfónico para un drama fue compuesto por Cristòfor Taltabull durante la primera década del siglo xx como fruto de sus estudios en Alemania, y deja entrever la impronta del wagnerismo que imperaba en Barcelona en aquel entonces.
El segundo de los conciertos que Haydn compuso para violonchelo es de 1783, cuando aún se encontraba en la corte de los Esterházy. Representa una obra luminosa y comunicativa que comienza con una introducción orquestal. El tratamiento virtuoso de la parte solista respeta el equilibrio clásico con refinamiento y un sentido de pertenencia encomiable.
Mucho más dramática es la narrativa que entreteje Dmitri Shostakóvich en la Sinfonía nº 5. Estrenada en 1937, la obra tuvo un éxito inmediato. Testigos presenciales hablan de aplausos prolongados y de cómo el movimiento lento provocó el llanto de algunos espectadores.
REPERTORIO
Cristòfor Taltabull: Obertura. Prólogo sinfónico para un drama (1910) 11′
Franz Joseph Haydn: Concierto para violonchelo nº 2 en Re, Hob. VIIb:2, op. 101 (1783) 25′
Dmitri Shostakóvich: Sinfonía nº 5 en re m, op. 47 (1937) 44′
ARTISTAS
Jaime Martín, dirección
Steven Isserlis, violonchelo
Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC)
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